Nuestra historia

Desde muy joven, José Ascencio entendió que lo hecho a mano tiene alma.

A los 15 años, con tan solo $500 pesos y una mesa improvisada en una plaza local, comenzó a construir lo que hoy es una marca con identidad, fuerza y visión. Inspirado por la belleza de lo artesanal y el deseo de expresar emociones a través del diseño, encontró en la joyería un lenguaje propio.

Cada pieza nace de una intuición creativa y se materializa con detalles que honran el equilibrio entre lo femenino y lo masculino, entre la elegancia y la autenticidad. El símbolo de la marca —unas alas blancas y negras— representa libertad, fortaleza, sensibilidad y expresión. Porque en el corazón de José Ascencio vive el deseo de crear joyería que hable sin palabras.

Después de estudiar administración y posteriormente diseño de modas, José fusionó lo académico con lo intuitivo, fortaleciendo su propuesta creativa con técnica, conocimiento e inspiración.

Hoy, cada colección está pensada para personas que se atreven a ser ellas mismas.

Para quienes ven en la joyería no solo un accesorio, sino una declaración de identidad.

José Ascencio es joyería con alma mexicana. Hecha con las manos. Pensada con el corazón.